1. Mejora de la salud bucal: Los implantes dentales no solo reemplazan los dientes faltantes, sino que también estimulan el hueso de la mandíbula, previniendo la pérdida ósea y manteniendo la estructura facial. Esta estimulación contribuye a preservar la integridad de los dientes vecinos, reduciendo el riesgo de una mayor pérdida de dientes.